Sin preocupaciones por el desgaste de la propiedad: Comprar una casa para después rentarla implica una serie de gastos, esto debido al desgaste que una propiedad puede tener: pintura deteriorada, tuberías con daños, limpieza después de que un inquilino deja la casa, en fin, decenas de cosas que surgen con el tiempo y que merman los ingresos de una renta.